De todos los gatos que viven y circulan por mi manzana, es el único al que Mora quiere. Lo deja estar en el patio y algunas veces descubrí que también lo deja entrar y dormir arriba de un sillón.
Se hicieron amigos unos pocos días después de haber llegado a Tilcara.
Yo le digo Negrito.
Sospecho que Mora es racista, porque a todos los demás los echa sistemáticamente.
Negrito está maltrecho. Le falta un pedazo de la oreja izquierda. Es medio deforme, flaco y cabezón. Pero es discreto. Se sienta en el patio y maúlla despacito, y yo me dejo seducir y le doy un poco de comida.