Compré un teléfono nuevo en diciembre. Me gustaba el otro (de hecho, lo conservo), pero tenía problemas porque era "tecnología obsoleta". Fui, elegí uno más o menos y lo compré. Con abono de 35 pesos. "35 pesos final", me dijeron.
–La primera factura le va a venir de un poco más, por los días proporcionales del mes –me dijo el vendedor.
Ok, contesté, y me fui a casa portando mi nuevo telefonito.
El 30 de enero me llega la factura de Movistar. 42 pe. Fecha de vencimiento: 15 de enero. Ops. Llamo al *611.
–No se preocupe, señora, ya está asentado el reclamo. Vaya y pague dentro de las 24 horas.
–¿Y la próxima factura me va a venir con recargo por haber pagado tarde?
–Nooooo, quédese tranquila, ya está asentado el reclamo. Gracias por comunicarse con Movistar, que tenga un buen día.
Fui y pagué. 35 pe.
El 12 de febrero me llega la siguiente factura. Por 42 pe, porque venía con recargo, porque había pagado después del vencimiento. Así que volví a llamar al *611.
–No se preocupe, señora. Complete el cupón en blanco por $ 35 ("pesos treintaicinco", dijo) y páguelo.
–¿Y la próxima factura me va a venir con recargo por haber pagado menos?
–Nooooo, quédese tranquila, ya está asentado el reclamo. Gracias por comunicarse con Movistar, que tenga buen día.
El 10 de marzo me fui a Buenos Aires, donde viví otra experiencia superior con Movistar que no voy a reseñar aquí para no abrumar(me). Sigamos con la facturación.
Volví a Tilcara el 25 de marzo. Le había dejado la plata a Florencia (pesos treintaicinco) para que pagara el teléfono apenas llegara la factura. Pero no había factura. Nunca llegó. Me cortaron la línea. Llamé al *611.
–No se preocupe, señora. Ya le restablezco el servicio y le reenvío la factura. Cuando la reciba, tiene 24 horas para pagarla.
–¿Y la próxima factura me va a venir con recargo por haber pagado tarde?
–Nooooo, quédese tranquila, ya está asentado el reclamo. Gracias por comunicarse con Movistar, que tenga un buen día.
No dejo de tener buenos días. La causa de mis buenos días no es Movistar sino simplemente la habilidad que desarrollé para no permitir que Movistar arruine mis días.
No sé qué dirá la próxima factura, ni la siguiente ni la otra de más adelante. Sólo sé que Movistar nunca tendrá de mí más de pesos treintaicinco por mes.
Que tengan buenos días.
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(Ah, y avísenle al pobre Gerardo... A propósito: ¿ustedes no sienten un cosquilleo en el buen gusto y en la ética cuando ven la campaña de Gerardo? Algo no me gusta, y no es Gerardo precisamente. ¿Nos estamos burlando colectivamente de los muchachos flacuchitos, chicatos, pelirrojos y de rulos? Mmmmm....)
